A partir del 1 de enero de 2025, el IVA de las facturas de electricidad en España vuelve al tipo general del 21%, dejando atrás las reducciones aplicadas en años anteriores como medida de alivio económico. Esta decisión impactará directamente a millones de hogares y empresas, por lo que es fundamental entender cómo afectará este cambio y qué medidas se pueden tomar para mitigar sus efectos.
¿Qué cambia con la subida del IVA?
El IVA sobre la electricidad ha sido objeto de modificaciones en los últimos años, dependiendo de las condiciones económicas y del mercado energético. Hasta el 31 de diciembre de 2024, el IVA aplicado era del 10% para determinadas situaciones:
- 10% de IVA: Se aplicaba a los consumidores con potencias contratadas iguales o inferiores a 10 kW, siempre que el precio medio del mercado mayorista superara los 45 €/MWh en el mes anterior al último día del periodo de facturación.
- 21% de IVA: Este tipo se aplicaba a las potencias contratadas superiores a 10 kW o cuando el precio mayorista estaba por debajo de los 45 €/MWh.
Con la nueva normativa, todas las facturas de electricidad emitidas a partir del 1 de enero de 2025 aplicarán un IVA general del 21%, independientemente de las condiciones del mercado o del nivel de consumo. Incluso si las facturas corresponden a consumos realizados en 2024, se les aplicará el IVA del 21%.
Excepciones: consumidores vulnerables – Bono Social
Una de las pocas excepciones al aumento del IVA afecta a los consumidores vulnerables acogidos al bono social eléctrico:
- Consumidores vulnerables severos y en riesgo de exclusión social: Seguirán disfrutando de un IVA reducido al 10% durante todo 2025.
- Consumidores vulnerables no severos: Se les aplicará el IVA general del 21%.
Estas medidas buscan proteger a las familias con menos recursos, quienes suelen ser las más afectadas por el incremento de los costos energéticos.
Impacto en las facturas de los consumidores
El retorno del IVA al 21% supone un aumento inmediato en las facturas eléctricas, afectando tanto a consumidores domésticos como a empresas. Este incremento será especialmente notorio en los hogares con consumos elevados o en los meses de mayor demanda energética, como invierno o verano.
Por ejemplo:
Consumo medio de un hogar: Si una familia con un consumo mensual de 300 kWh y un precio promedio de 0,20 €/kWh pagaba 60 € de electricidad, con el 10% de IVA la factura total era de 66 €. Con el 21% de IVA, la factura ascenderá a 72,60 €.
Recomendaciones para mitigar el impacto
Dado el impacto de este cambio, los consumidores pueden adoptar diversas estrategias para reducir el efecto en sus facturas:
- Solicitar el bono social eléctrico: Verificar si se cumplen los requisitos para acceder a este beneficio y reducir los costos de la factura.
- Revisar hábitos de consumo: Optar por el uso eficiente de electrodomésticos, apagar equipos en stand-by y aprovechar tarifas de discriminación horaria.
- Instalar sistemas de eficiencia energética: Como bombillas LED, termostatos inteligentes y electrodomésticos de bajo consumo.
- Considerar el autoconsumo: Instalar paneles solares para generar energía propia y reducir la dependencia de la red eléctrica.
¿Por qué sube el IVA de la luz?
El regreso al 21% responde a la decisión del Gobierno de revertir las medidas temporales aplicadas para paliar los efectos de la crisis energética y económica en años anteriores. Con un mercado eléctrico más estabilizado y una mayor inversión en renovables, las autoridades consideran que es momento de normalizar los impuestos energéticos.
La subida del IVA al 21% en la electricidad representa un reto significativo para los consumidores, pero también una oportunidad para promover la eficiencia energética y explorar alternativas más sostenibles. Desde Energy Aid, estamos comprometidos a ayudarte a comprender estos cambios y a encontrar las mejores soluciones para reducir el impacto en tu factura. ¡Contáctanos para más información y asesoramiento energético!